La Gran Muralla Verde de África busca contrarrestar los efectos del cambio climático en, al menos, 11 países. Lo que nació en 2007 como una idea ambiciosa, ahora es un proyecto que ha restaurado casi 18 millones de hectáreas de tierra.
Países de la región del Sahel son los responsables de llevar a cabo este proyecto, aunque Senegal y Etiopia serán beneficiados, la iniciativa se centra en Burkina Faso y el Níger. Dos regiones que se han visto vulnerables debido a la degradación de los ecosistemas vitales.
Existen 10 iniciativas emblemáticas galardonadas por la ONU. Éstas pertenecen a las Iniciativas Emblemáticas de Restauración Mundial del Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas. Y retratan cómo se puede hacer frente a la tercera crisis global generada por el cambio climático.
El restablecimiento de ecosistemas a gran escala trata problemas como: la pérdida de naturaleza y biodiversidad, la contaminación y los residuos.
Nuevo impulso para la Gran Muralla Verde
Alemania y Francia son dos países que han invertido en esta iniciativa. Las donaciones de estas naciones ayudan a las comunidades de Burkina Faso y Níger a avanzar con la restauración. También, permite que estas regiones contemplen la posibilidad de invertir en sus propias energías limpias.
Se pretende que para 2030, la Gran Muralla Verde ya haya restaurado 100 millones de hectáreas de tierra que son capaces de absorber 250 millones de toneladas de carbono y generar hasta 10 millones de empleos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Clima del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y autoridades gubernamentales, están ayudando a reparar el daño renovando bosques y suelos.
“Apoya a los emprendedores verdes para garantizar la implementación de inversiones de restauración sostenibles y proporciona múltiples beneficios a las poblaciones más vulnerables.”
Christophe Besacier, coordinador del Mecanismo de Restauración de Bosques y Paisajes de la FAO.
Con ayuda de la naturaleza
Los agricultores de Kollo trabajan todos los días para evitar la desertización. Captan agua de lluvia en pozos zai y medias lunas y la dirigen directamente a las plantas en crecimiento.
Para permitir que la tierra se regenere, las parcelas son cercadas y protegidas de los leñadores y animales de pastoreo. Cuando se establecen y generan sombra, las condiciones de la tierra son adecuadas para el cultivo o la apicultura.
“Los árboles y la hierba que se ven ahora son el resultado de un duro trabajo, de los árboles que plantamos y las semillas que sembramos. Nos pagaron por nuestro trabajo y ahora estamos cosechando los beneficios.”
Djibo Dandakoye, agricultor.
Las mujeres también tienen oportunidad de crecimiento con esta iniciativa. Ellas se han dedicado a sembrar y cultivar moringas. Aprovechando cada parte del árbol para crear distintos productos -jabón, aceites, galletas y pasteles- y venderlos en una tienda. Las vainas de la moringa se pueden comer como si fueran verduras, pero también son utilizadas para filtrar agua.
“Mi motivación es, en realidad, mejorar la posición de la mujer, apoyar el espíritu emprendedor de las mujeres y los jóvenes, y desarrollar mi municipio, de una forma u otra.”
Salamatou Souley, alcalde de Kollo.
Devolver un poco a la Tierra
El Decenio de las Naciones Unidas está enfocado en prevenir, detener y revertir la pérdida de ecosistemas. Tiene como principal objetivo proteger ecosistemas terrestres y acuáticos, para después devolverles la vida.
Es un llamado de urgencia que reúne fuerzas políticas, de investigación y de financiación para multiplicar el apoyo a la restauración.